Cada joya tiene su momento, es necesario distinguir los eventos de día y los de noche. Hay que saber cuál es la mejor joya para cada ocasión.
Lo más importante es no pecar por exceso es decir, menos es más, sobre todo si se trata de joyas llamativas, de gran tamaño o colores explosivos.
Las joyas que se lucen por el día deben aportar a nuestro look un toque de sencillez, pueden ser joyas de plata, conjuntos de bisutería discreta. Sin embargo para la noche lo mejor serán joyas grandes, con piedras llamativas.
También hay que mantener cierta armonía entre las prendas de vestir que llevemos y el tipo de joya que luzcamos.
Si vestimos colores fuertes, la combinación perfecta son joyas discretas como la perla. Pero si el color de la ropa es más sobrio, tendrás que llevar collares de piedras de colores, anillos grandes o pendientes llamativos.
Un último consejo. Los anillos se merecen un protagonismo importante, por eso nunca te pongas muchos anillos, desluces tú look. Es mejor darle protagonismo sólo a uno.
Fátima Gutiérrez de Rozas 30/3/2011
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